Hay pocos adjetivos que evoquen sabores o imágenes de manera tan potente como lo la hace la palabra ibérico. La joya de la corona de nuestra gastronomía tiene en la dehesa extremeña su paraíso y en el restaurante Atrio, en Cáceres, su quintaesencia. El arte y la excelencia rebosantes en el espacio y cocina de Toño Pérez son la muestra del paso de diferentes culturas en esta tierra a menudo alejada del foco mediático.
En esta ocasión, Comer con los Ojos llega a Atrio para maridar uno de los emblemas de nuestra con las fotografías de Javier Corso. El cerdo ibérico y la dehesa extremeña son los protagonistas de una serie que convivirá con uno de los platos más representativos de Toño Pérez.